las cartas es un arte, el cual requiere mucho amor, imaginación y, sobre todo, intuición. Cada tarotista tiene su modo personal de interpretar las cartas. Lo más importante es comprender que sólo somos canales de un conocimiento superior y que la responsabilidad de la interpretación recae tanto en el lector como en el consultante. Por eso, en primer lugar, sintonice energéticamente con la persona que le está preguntando y con su propia sabiduría interna. Trabaje en un espacio tranquilo y sin interrupciones.
Ponga sobre la mesa un vaso con agua para que absorbas las tensiones o vibraciones negativas, una vela encendida, un incienso para purificar el ambiente, un cristal para que emane energías positivas y cualquier otro objeto de poder que usted prefiera. Las cartas se trabajan sobre un paño especialmente destinado a este fin, de modo que no tome otras vibraciones.
Realice una corta meditación con el consultante a fin de atraer energías positivas y relajarse. Desidentifíquese y haga una invocación para canalizar la energía cósmica.
Elija una tirada acorde con la consulta, esta puede ser de preguntas para responder o interrogantes específicas, o una general para ver como está encaminada la vida del consultante. Baraje y corte las cartas para limpiarlas de energías ajenas y atraer las que se necesitan. La baraja se mezcla de manera tradicional o usando una sola mano. También se usa extenderla sobre la mesa y moverlas en círculos de izquierda a derecha. Una vez mezcladas, pida al consultante que corte con su mano izquierda tres montones y ordénelos uno sobre otro.
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Imagen: Figuras de Espadas.
Rituales de consagración
Como el Tarot mueve muchas energías, debe mantenerse siempre limpio y aislado de influencias perturbadoras. Guarde el mazo envuelto en una tela suave de fibra natural y tono oscuro. El violeta es un todo adecuado por su alta espiritualidad.
Una vez elegido un mazo nuevo es aconsejable ponerlo 7 días bajo la almohada para que se cargue con nuestras vibraciones y guardarlo en una caja de madera que siempre debe estar cerca de su dueño.
Cada cierto tiempo, es conveniente limpiar una por una las cartas con humo de incienso o con un paño húmedo. Este es el momento de ponerlas en orden.
El Tarot es un instrumento sagrado, por lo que debe cuidarse y respetarse como tal.
Intente que nadie más que usted lo use porque es personal. No use los oráculos del Tarot sin la preparación y conocimiento necesario, y a menos que se haya comprendido su verdadero propósito y su significado más profundo.